martes, julio 20

20 de julio. Día del amigo.



Se supone que se estableció ese día por el alunizaje de Armstrong, si mal no recuerdo. Por la conquista de un nuevo espacio, el pequeño paso para el hombre y el gran paso para la humanidad. El fin de la carrera espacial y todo eso.
De todas formas no le veo mucho sentido, ya que yo no tengo ningún amigo selenita, aunque sí tengo algunos que parecen venir de otro planeta.
En fin, me parece absurdo el hecho de celebrar en esa fecha y con ese motivo una de las mejores cosas de la vida: la amistad.
Porque desde chicos, cuando queríamos ser policías, bomberos o maestras, y nuestros héroes eran los bananas en piyamas, tuvimos un amigo con el cual compartimos momentos importantes. En ese tiempo había cuatro palabras mágicas que prometían diversión y compañía asegurada: querés ser mi amigo?

Con el paso del tiempo las cosas cambian, y las relaciones también. Se entromete en nuestras eternas vacaciones el establecimiento de pensamiento lógico y racional, que nos dice que las nubes no son de algodón y que no vamos a poder volar, por mucho que agitemos nuestro brazos. Pero todas las verdades y desilusiones que me llevé en la escuela no fueran nada, porque cuando miraba a un lado estabas ahí, amigo, y sabía que lo único que necesitaba para elevarme del suelo eras vos.
Y así hasta hoy, porque a decir verdad, orgullosamente levanto hoy mi mano para decir que soy una de esas personas que van a la escuela principalmente para estar con sus amigos. Y pensándolo bien paso más tiempo en el colegio que en mi casa, con mi segunda familia, que dicen que escogemos.

Pero creo que nosotros no escogemos a nuestros amigos, sino que ellos son eligen a nosotros. Y no lo hicieron en el momento en que se sentaron al lado nuestro el primer día de clases, o cuando nos presentaron, sino que lo hacen todos los días. Nos eligen cuando nos preguntan cómo estamos, cuando escuchan nuestros problemas con paciencia, cuando nos cuentan sus secretos. Nos eligen cuando se preocupan por nosotros, cuando no te juzgan y te aceptan, cuando comparten los delirios más locos y te invitan a su vida sin condiciones.
Nos eligen a cada minuto, y es por eso que la amistad hay que festejarla todo el tiempo. Pero hoy celebro con mis amigos con más ganas, porque ellos me eligieron, y les agradezco por eso, porque son muy importantes para mí, y aunque no se los demuestre, los amo y lo elijo, porque no pueden ser mejores.
Gracias! No se dan una idea de todo lo que representa su amistad para mí. Son una de las mejores cosas de mi vida, no los voy a olvidar nunca…

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